enero 27, 2006

Salario y motivación


Hace ya muchísimos años y experiencias que demuestran que el salario es parte, y sólo una parte, de la motivación hacia el trabajo. Sin embargo hay aún empresarios que piensan que es lo único que puede motivar a sus empleados para que sean más productivos y trabajar mejor. Se me ocurre que esta creencia puede provenir de una falta de observación (incluso de escaso autoconocimiento) o porque lo ven en aquellos que tienen un salario por debajo de sus necesidades, lógico, para ellos lo que prima es su ingreso y harán aunque sea pinos para aumentarlo.
Personalmente me ha tocado ver de todo, pero para confirmar que el ingreso no es todo, puedo contarles de vendedores con jugosas comisiones que se conforman con el sueldito fijo, empleados que se van a otra empresa aunque vayan a ganar menos, etc, etc.
Para explicar el por qué de estas situaciones, y a veces de aparentes paradojas, les propongo un modelo propio, que hasta ahora me ha venido cerrando muy bien.
El modelo parte de la pregunta obvia: ¿Por qué razones trabajamos en una organización?. El listado de respuestas puede ser infinito, sin embargo he encontrado que se pueden agrupar en sólo tres grandes razones: Ingreso - Ambiente - Desarrollo personal. (Le propongo que se las imagine como tres ejes en las tres dimensiones del espacio).
Cada uno estaremos motivados en una determinada organización siempre que nos brinde posibilidades en aquella o aquellas de las 3 "patas" o ejes que mayor peso tengan para nosotros.
Claro está que ese peso no será siempre el mismo, cristalizado para siempre, dependerá de la situación particular en la que nos encontremos. Si lo que me aprieta es la hipoteca, será el Ingreso el gran motivador, relegando a un segundo y tercer plano a las otras razones. Si por el contrario, estoy relativamente tranquilo con mi ingreso, pero soy joven y ambicioso, el motor será probablemente el Desarrollo Personal. Pero si estoy conforme con mi ingreso y he llegado a mi techo o no me interesa ser Gerente General, pues valoraré más un Ambiente de trabajo agradable, de compañerismo, estabilidad y amistad.
Como ven este modelo es fácil de entender, pero como alguna vez me dijo un empresario ¿...y yo que puedo hacer? ¡...no puedo estar pendiente y darle lo que necesita a cada uno de mis empleados!
Vamos a ver. ¿Cuál sería la empresa ideal en la que todos los empleados estarían en un alto nivel de motivación?.
Sería aquella que brindara posibilidades en los tres ejes. Digo, posibilidades para que cada uno escoja y pueda seguir el camino que en ese momento necesita.

Este línea de razonamiento llama a otras reflexiones. Entre ellas la realidad de que hay empresas que se inclinan más por uno u otro eje. Así, cuando su filosofía o personalidad (sí, las empresas tienen su propia personalidad) esté volcada con mucho énfasis sólo a un buen ambiente, irá desmotivando o perdiendo a quienes buscan el desarrollo o el ingreso (y usted dirá sorprendido ¡que desagradecido, con lo a gusto que se trabaja aquí!); cuando sea sólo el ingreso deberá atenerse a exigencias continuas al respecto; cuando sea el desarrollo personal, la carrera interna y la motivación irán sólo en ese sentido.

Usted, ¿que tipo de empresa tiene o en cuál trabaja?. Si la suya no es "equilibrada", aunque ahora esté conforme... Mejor será que la busque, las posibilidades de éxito personal o empresarial serán mucho mayores.

Como siempre estos temas dan para mucho más, pero por ahora espero su comentario.

Para pensar.
Hasta pronto.
Copyright Luis Roldán González de las Cuevas

1 comentario:

  1. Encontrar el equilibrio me parece entonces más difícil cuantos más trabajadores forman la empresa. Las circustancias personales de cada empleado son tan impredecibles como la evolución de la bolsa o los resultados de los partidos de fútbol; en cuestión de segundos lo que se había previsto como "lógico" o incluso casi seguro cambia radicalmente y "nos falla la quiniela". Adaptarse a las necesidades de cada empleado en cada momento podría llevar así a la dirección a dar bandazos continuamente. Pienso que debe promoverse un cierto equilibrio entre esos factores pero si las circustancias de un trabajador cambian de la noche a la mañana y lo que era un salario aceptable ya no le resulta suficiente, ese trabajador debe cambiar necesariamente de empleo primando el sueldo, aunque eso pueda significar un empeoramiento del ambiente laboral, porque en ese momento sus prioridades han cambiado.
    Un saludo,
    David G.

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