noviembre 15, 2005

Gracias por el buen fin de semana

Hace un par de viernes atrás, una cliente/amiga, Mª Teresa, me dijo "... no sabes lo contenta que estoy de como van las cosas. Hay otro espíritu de trabajo, la gente hace propuestas y está muy implicada en esto de la calidad total...". (Debo confesar que si de vez en cuando alguien te nutre el ego, no le viene mal a nadie. Valga en este caso por la parte que me toca como consultor a mi y a mi colega Carlos). Pero la idea no es hablar de vanidades, sino reflexionar sobre las razones de este cambio que Mª Teresa, y el resto del personal, está percibiendo.
El secreto es muy simple y se llama PARTICIPACIÓN. A partir del trabajo que comenzamos, siempre fuimos, y de forma creciente, comunicando, explicando y pidiendo colaboración a todo el personal. Hoy ya tenemos la respuesta, la gente se está sintiendo parte del proyecto de mejora y empuja con ánimo.
¿Se han solucionado todos los problemas?. Claro que no, pero es una fuerte señal de que estamos en el buen camino.
Vamos al fondo del tema. En líneas generales podemos pensar que nuestros colaboradores en la empresa (me gusta este término, mucho más que el de "empleados" o "trabajadores")son siempre indolentes, perezosos y que sólo piensan en aprovecharse, o por el contrario, que son como nosotros mismos y que hay cosas que los motivan y mueven a la acción positiva y otras que no. Hace mucho tiempo, casi en mis épocas de estudiante universitario, leia teorías que comenzaban a aparecer sobre este tema y la verdad es que era bastante escéptico. Sin embargo, el tiempo y la experiencia como empleado (perdón por el término, pero es por ahora, sólo para que nos entendamos), como empresario y consultor, me han demostrado que la gran mayoría queremos hacer las cosas bien, nos gusta ayudar, aportar y sentirnos parte de proyectos.
Pero ahora les voy a revelar el secreto para demostrar que esta teoría (¿filosofía de trabajo?)no es cierta. Simplemente, no les dé responsabilidades a sus colaboradores, no les pidan ayuda, oculte información que pueda afectarles, crea que sólo usted sabe hacer bien las cosas... y verá como de inmediato confirmará que son indolentes, perezosos, etc, etc, y que no vale la pena contar con ellos más que para que trabajen sus horas establecidas y para que cumplan ordenes. ¡No falla!, porque será algo así como la "profecía autocumplida".
Ya sé, usted me podrá decir que la PARTICIPACIÓN implica riesgos. ¡Por supuesto que sí!.Hay que saber como implementarla y canalizarla, con método e inteligencia.
Si lo hace así, le aseguro que su negocio y usted mismo tendrán mucho que ganar.
Por cierto, a mi también me gusta sentirme parte de un proyecto y hacer todo lo que pueda... ¡Gracias Mª Teresa! Me diste una gran alegría para pasar ese fin de semana.
Hasta pronto.

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